Se espera un fuerte auge en la construcción alemana este año ¿Qué valores pueden beneficiarse?

Alemania está disfrutando de un auge de la construcción debido al aumento del gasto estatal en carreteras y puentes, el aumento de la inversión de las empresas en edificios, la bonanza inmobiliaria. El auge de la construcción se ha visto alentado por las tasas de interés ultrabajas del Banco Central Europeo, el crecimiento de la población urbana y la elevada inmigración en los últimos cinco años.

Las asociaciones constructoras ZDB y HDB indicaron en su pronóstico conjunto que las ventas nominales aumentarían un 4% hasta 117.200 millones de euros en 2018, cerca de los niveles observados por última vez durante los tiempos de auge tras la unificación y el repunte económico en Alemania Oriental a mediados de los años noventa.

La perspectiva actual es que las ventas de construcción residencial crezcan un 3,5% hasta 43.100 millones de euros este año. Las inversiones de las empresas se elevan en un 4 por ciento hasta los 41.200 millones de euros, mientras que el gasto estatal en carreteras y puentes se prevé que aumente un 4% hasta los 32.900 millones de euros.

Sin embargo, se espera que los precios de la construcción aumenten en un 3,5% este año, por lo que es probable que las ventas totales en términos reales crezcan sólo un 0,5 por ciento para alcanzar los 98.000 millones de euros (120.000 millones de dólares), agregaron las asociaciones. El empleo en la construcción aumentaría entre 15.000 y 820.000 personas, aunque un número creciente de empresas luchan por encontrar trabajadores calificados, agregaron.

Muchos podrían ser los valores alemanes beneficiados por este desarrollo de la construcción como por ejemplo: Vonovia, Deutsche Wohne, Leg Inmobilien, GSW Inmobilien y demás del sector. Un caso a destacar es el de Vonovia, la mayor empresa del sector  que centra su actividad servicios e inversión inmobiliaria vió como el pasado consiguió una gran subida del 33,93% en el precio de sus acciones.

La construcción fue uno de los principales impulsores del crecimiento en Alemania el año pasado, cuando la mayor economía de la zona euro creció un 2,5% ajustada al calendario, la más fuerte desde 2011.